Visita del Vicepresidente Naranjo a Tumaco en la Casa de la Memoria
El General Naranjo, tuvo el notable gesto de visitar Tumaco en su primer día de gestión como Vicepresidente de Colombia. En vez de posicionarse en un acto protocolorario en Bogotá, rompió con el centralismo y se acercó a la que es la región más golpeada por el conflicto armado en el país, región en que las tasas de asesinatos siguen en aumento a pesar del cumplimiento de las FARC en su dejación de armas en el marco del Acuerdo de paz. Le acompañaron Paula Gaviria y el Vice Ministro del Interior.
La elección está llena de significados: Tumaco es el enclave más grande de coca en el país; tiene una de las mayores tasas de homicidio (75 por cada 100.000 habitantes) y es zona de influencia de todos los actores armados ilegales.
El conflicto ha desangrado esta región y sus gentes, cálidas y amables desean la paz, lo que demostraron votando sí al proceso de paz con una mayoría del 70% en el plebiscito.
Además el Vicepresidente, en vez de reunirse con las autoridades políticas en un espacio militar, como fue tradición de otros mandatarios, decidió reunirse con líderes sociales en un espacio público y simbólico como es la Casa de la Memoria. Comenzó recorriendo el espacio de memoria, deteniéndose en el Santuario de las víctimas y valoró ese lugar como un digno homenaje a las víctimas y un espacio de construcción de paz y reconciliación, «iniciativas como ésta deberían ser replicadas en el país» manifestó.
Posteriormente se reunió con 25 líderes sociales en el auditorio de la Casa de la Memoria, donde habló poco y escuchó mucho. Uno por uno los líderes y lideresas fueron exponiendo sus preocupaciones sobre Tumaco y ofreciendo alternativas: «Más empleo» fue el coro más repetido, con un 70% de desempleo el narcotráfico y los grupos armados tienen un caldo de cultivo perfecto. «Pedimos que haya inversión social, pues la paz con hambre no es paz». «Pedimos mejor calidad en la educación, pues tenemos los peores ICFES del país» dijo un jóven estudiante de grado 11°. «El hospital de Tumaco es otra prioridad, no tiene condiciones mínimas».
Con gran respeto y decoro los líderes manifestaron al Vicepresidente que Tumaco pareciera que fuera tierra de nadie, donde las Instituciones del Estado y las ongs pululan con sus chalecos, pero no se ven resultados, los asesinatos aumentan y la pobreza no disminuye. Necesitamos soluciones de fondo, un Estado fuerte que controle a los grupos armados emergentes y que invierta en industrias para que haya empleo.
Una iniciativa que despertó aplausos y admiración en los asistentes fue la valiente gestiíon de un grupo de presidentes de Juntas de Acción Comunal, que con la intención de quitar jóvenes a la guerra, dialogaron con jóvenes de grupos armados, mayoritariamente milicianos de las FARC, para que entregaran las armas, gestión que terminó en la entrega de 126 jóvenes el pasado 27 de marzo. A pesar de que existen dudas de si todos estos jóvenes eran realmente milicianos de las FARC, no deja de tener valor el hecho de que personas que antes estaban vinculadas a grupos armados ahora deciden tomar la vía de la paz. Exhortamos al Gobierno Nacional a encontrar una ruta adecuada para que los que no pertenecían a las milicias de las FARC también puedan encontrar ciertos beneficios y así estimular su dejación de armas.
El Vicepresidente tomó atenta nota de las palabras de los asistentes y se comprometió a volver a Tumaco, lo que supone una promesa de esperanza para esta población tan golpeada. Tumaco es un «laboratorio de post Acuerdo», si la paz se logra en Tumaco, sería la mejor muestra para toda Colombia de que la paz es posible y de que los Acuerdos de Paz son la ruta segura para el país.
Un pueblo mayoritariamente afrodescendiente, tan acogedor y fraterno, merece un futuro en paz y dignidad.
El Vicepresidente terminó firmando el libro de visitas manifiestando su agradecimiento por conocer espacios de construcción de paz y reconciliación como la Casa de la Memoria de Tumaco, una iniciativa promovida por la Pastoral Social de la Diócesis de Tumaco.