Aprender a dialogar
Veinte personas de Tumaco realizaron la última semana de enero un taller de una semana para aprender a dialogar, fue dirigido por el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo fundado en Noruega en 1995. El método del taller sumerge a los participantes en una serie de actividades experienciales, donde aprenden que para dialogar es necesario en primer lugar ponerse en los zapatos del otro. Este curso fue posible gracias a la financiación de Global Humanitaria.
Estas fueron algunas conclusiones de los participantes:
«Yo aprendí que para dialogar, más que preparar argumentos es necesario entender las necesidades profundas de la otra parte».
«Yo comprendí que un diálogo es diferente de una negociación, en una mediación buscas un acuerdo, un compromiso, en un diálogo lo que buscas es que las dos personas se entiendan mejor la una a la otra, aunque no lleguen a acuerdos en un inicio, pero esa comprensión del otro, de sus posiciones, de sus necesidades, hará que poco a poco se vayan acercando y prepara un acuerdo final».
Yo entendí que un diálogo es más profundo, más desinteresado y lleva mucho más tiempo que una mediación o una negociación.
Yo entendí que debo penetrar en las necesidades de cada parte, primero de mi mismo, pero también de la otra persona. Parece obvio pero no lo es, a veces no soy consciente de mis necesidades en un conflicto y mucho menos soy consciente de las necesidades del otro, ya que me centro únicamente en sus posiciones externas y no me paro a pensar en más.
Yo entendí que la única manera de disminuir el odio y la violencia hacia la otra persona es empezar a comprender sus necesidades y para eso se necesita dialogar con ella
Yo entendí que aunque no es fácil ser facilitador de un diálogo, no es tampoco una tarea titánica, porque no tengo que lograr un acuerrdo, sino que tengo que lograr que en un ambiente de confianza logrado por un tercero, las dos partes puedan expresar sus necesidades, poco a poco, con preguntas que ayuden a eso. Mi misión no es dar mi opinión.
Yo creo que es muy importante que en los colegios dieramos cursos como este a los estudiantes para que aprendan a dialogar, es algo que se puede enseñar, igual que se enseñan las matemáticas, pero no le dedicamos tiempo a ello en el curriculum, debemos empezar a hacerlo.
Yo entendí que cuando hay graves violaciones de derechos humanos o violencia o amenazas no se puede facilitar un diálogo, sino que primero hay que recurrir a la autoridad para resolver esas violaciones a los derechos humanos.
Si yo hubiera aprendido estas cosas cuando era niña, les aseguro que me habrían ayudado mucho en mi vida, ójala se dicten en los colegios.