Obispos excomulgan a la minería

No a la mineríaLa  minería nos está destruyendo

Los Obispos de las Provincias Eclesiásticas de Medellín y Santa Fe de Antioquia, que corresponden a los Departamentos de Antioquia y Chocó, ante las graves y preocupantes situaciones que siguen apareciendo en relación con la explotación minera en los territorios de las comunidades que están bajo nuestro cuidado pastoral, manifestamos ante la opinión pública:

  1. Como pastores, en repetidas ocasiones y especialmente a través de nuestra Carta Pastoral sobre la Minería, publicada el 26 de julio de 2015, hemos alzado nuestra voz y llamado la atención contra los efectos nocivos de la explotación de los recursos naturales, y particularmente del ejercicio irresponsable de la minería.  Estas actividades han traído graves repercusiones para el medio ambiente, la dignidad humana y la convivencia social en nuestras comunidades.
  2. Hemos constatado que, a pesar de nuestras denuncias, sumadas a las de muchas otras instituciones, organizaciones y medios de comunicación social, las problemáticas en torno a la explotación minera en vez de mejorar han empeorado.
  3. Suscitan en nosotros particular preocupación, a raíz de recientes informes sobre el tema, dos gravísimas situaciones: el alto índice de deforestación, como consecuencia de la extracción minera a cielo abierto[1], y las afectaciones causadas en el ambiente y en las personas por la contaminación con mercurio[2].
  4. Nos reafirmamos en cuanto hemos manifestado en nuestra Carta Pastoral sobre la Minería e invitamos de nuevo a los organismos del Estado colombiano, a las empresas nacionales e internacionales y a la sociedad civil, a actuar decididamente para evitar que la minería mecanizada, con sus dragas y retroexcavadoras,  siga destruyendo el medio ambiente y la salud de las personas en nuestro país.  Se deben implementar medidas eficaces para detener el actual desastre ambiental y social.
  5. Insistimos en la necesidad de propiciar un cambio de mentalidad para que no se conciba la minería como opción privilegiada para el desarrollo económico. Exhortamos a favorecer otras actividades para la subsistencia de los pobladores de las zonas de minería, como la agricultura, la pesca, las artesanías, el turismo ecológico, todo ello desde una auténtica valoración de la biodiversidad.
  1. Reiteramos que la lucha contra la minería ilegal requiere acabar con la corrupción de algunos servidores públicos, hacer realmente operativas las Instituciones del Estado y contrarrestar la acción de los grupos armados ilegales. De igual modo, en la perspectiva del post-acuerdo con las FARC, se debe garantizar que esta guerrillarenuncie definitivamentea la minería.
  2. Enfatizamos que ambas, la actual minería mecanizada y la megaminería de empresas multinacionales, dañan gravemente el medio ambiente y perjudican la salud de las personas.
  3. Con el Papa  Francisco proclamamos que “es necesario que se escuche el grito de tantas personas, familias y comunidades que sufren directa o indirectamente por las consecuencias, a menudo demasiado negativas de la actividad minera”[3].

 

 

 

 

+ Ricardo Tobón Restrepo

Arzobispo de Medellín

 

 

+ Guillermo Orozco Montoya

Obispo de Girardota

 

 

+ Jorge Alberto Ossa Soto

Obispo de Santa Rosa de Osos

 

 

+ Julio Hernando García Peláez

Obispo de Istmina – Tadó

 

 

+ César A. Balbín Tamayo

Obispo de Caldas

 

 

+ Edgar Aristizábal Quintero

Obispo auxiliar de Medellín

 

+ Orlando Corrales García

Arzobispo de Santa Fe de Antioquia

 

 

+ Fidel León Cadavid Marín

Obispo de Sonsón – Rionegro

 

 

+ Juan Carlos Barreto Barreto

Obispo de Quibdó

 

 

+ Noel Londoño Buitrago

Obispo de Jericó

 

 

+ Hugo Alberto Torres Marín

Obispo de Apartadó

 

 

+ Elkin Fernando Álvarez Botero

Obispo auxiliar de Medellín

 

 

Bogotá, 6 de julio de 2016

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